Bajando por el Parque el Pinar frente a la Avenida Páez encuentro un portón cerrado. ¡ Oh misterio!, ¿qué será ese espacio de dimensiones importantes?. Que hay detrás de él, la curiosidad del comunicador se hace presente, tratare de investigar que esconde este sitio, he aquí esta reseña.
El afiche de nuestro Alcalde, Jorge Rodríguez, sonriente y en actitud amable, vigila esta edificación. Sin duda debe ser un sitio de vital importancia estratégica, un símbolo del proceso, engalana este sector, no todos los días un funcionario de esta categoría se digna a engalanar alguna edificación, además la actitud bonachona, inspirando confianza debe guardar una infraestructura excelente y en condiciones optimas.
Pero al irme acercando para mi sorpresa, pareciera estar como en ruinas. Como se comete este craso error, un símbolo de la revolución, por supuesto en un afiche, es el gran protector de este sitio, en la distancia pareciera que la edificación no se encontrara en buenas condiciones, debe ser que mi vista me juega una mala pasada, esto es inaudito, imposible, me acercaré más para ver si ya comienzo a sufrir de cataratas o es un mal de la visión a mis juveniles sesenta años, pues no creo que nuestro amado Alcalde permita exponer su imagen en algún sitio ruinoso.
Al acercarme veo dos pequeñas cajitas, parecieran ser lechugas, me quedo maravillado son los cultivos urbanos, es extraordinario, al fin resolveremos la crisis de alimentación, así los malucos de los escuálidos no podrán decir que no estamos haciendo algo para abaratar el costo de la vida, el precio de los vegetales bajaran, es la solución perfecta, pronto invadiremos el mercado con lechuguitas cultivadas en cajoncitos o estos son los cultivos organopónicos. No lo se, tratare de informarme
En la estructura, no se encuentra ninguna persona para preguntar, pero enormes cantidades de escombros se encuentran acumulados en un sector, que raro, ¿ Como continuarán creciendo las lechuguitas? Me respondo: ser¡a una técnica cubana de crear microclimas para el mejor crecimiento de los vegetales, no debo ser mal pensado, seguro no conozco esa técnica de producción agrícola.
Al observar con detenimiento, noto que hay un carro, pareciera que esta en estado de abandono, pero no lo puedo afirmar, al menos, esta cubierto por una tela, seguro es el trasporte para en un futuro comerciar las lechuguitas y otros vegetales, una cooperativa para llevarlas al mercado, abaratar costos, y así, acabar el mercado del monopolio de la lechuga por parte de los capitalistas, excelente, todo va concordando en mi futuro cerebro senil.
Noto y logro leer, en tinta en grafites rojos, por supuesto no puede ser de otro color, que no queden dudas: es la revolución, se trata de un Consejo Comunal, con escombros, a lo mejor es la decoración emulo de Cuba, los símbolos son importantes en un proceso de cambio.
Para mi sorpresa también estará allí un Colectivo: Bottini Marin, debo pedir disculpas, no se quien es este héroe de la revolución, pero mi ignorancia es mucho mayor no se que es un Colectivo, claro, solo he recibido información periodísticas de otros grupos que se denominan así, ejemplo recuerdo el del 23 de Enero, pero honestamente no se cuales son sus funciones, mis disculpas estimados revolucionarios.
En ese momento, interrumpo mi observación, un señor estaciona el carro frente a esta edificación, se me ocurre preguntarle, por esta ruinosa construcción, con una mirada llena de rabia me responde: que carajo me importa esa vaina, pero al ver mi sorpresa se disculpa y me dice: estoy harto de esto, mi casa esta inundada de ratones, insectos, zancudos, etc., solo eso puedo decirle, y ni se le ocurra preguntar, me recomienda: guarde esa cámara, puede tener problemas, se despide amablemente y se retira.
Al fin logro leer el cartelón o valla, según es un Barrio Adentro2, es un proyecto, simplemente eso: proyecto. Es el drama de la Venezuela actual, millardos de bolívares (1.067.193.391,34) para este Centro de Diagnóstico y la ejecución de la obra no existe, donde irían a parar esos recursos, sabrá Dios. Es la muestra fehaciente de la ineficacia de la administración publica, desidia, abandono y ninguna preocupación, a pesar que allí se lee: “LA SALUD DEJO DE SER UN PRIVILEGIO DE POCOS PARA SER UN PATRIMONIO DEL PUEBLO”, que lastima que no sea cierto. Por eso estimado Alcalde, Jorge Rodríguez, con todo respeto, aunque esta obra pertenece al gobierno nacional Ministerio de Hábitat y Vivienda y al MSDS, pero como gestor de Caracas y ficha activa del PSUV, le pregunto: ¿ Qué paso con esta obra ?. Pero no solo a este funcionario, a la comunidad organizada de este sector: Concejos Comunales, Asociaciones, etc., deben pedir explicaciones de esta obra que nunca llego a un feliz término.
