viernes, 26 de junio de 2009

Ni ríos ni cataratas, simplemente excrementos


El colapso de los servicios públicos en Caracas es generalizado y el Paraíso no escapa a ello, una muestra es lo que pasa en la Calle Loyola se convierte en un río de aguas negras cada cierto tiempo, los colectores de la Cota 905 se rebosan desembocando en la Avenida Páez, atravesando toda la Calle Loyola. Situación grave a nivel de salud pública ya que contamina todo el sector produciendo olores náuseabundos insoportables y una contaminación con consecuencias graves y mas ahora en tiempos de gripe A(H1N1), mal llamada porcina. La señora Jackeline Farías y Jorge Rodríguez dedicados a su trabajo político no muestran el mínimo interés en resolver este problema que afecta a un gran número de caraqueños: los vecinos de la cota, los habitantes de la Calle Loyola y los que pasan por la Avenida Páez, todos los días a cumplir con su trabajo. Es de hacer notar que este río de inmundicia pasa frente a la Clínica y Sede Administrativa de la Guardia Nacional y la Iglesia San Pablo el Ermitaño, al menos deberían demostrar eficiencia frente a la Guardía Nacional por que dudo que Farías y Rodríguez, tengan alguna preocupación religiosa, no creo que estén muy interesados por el destino de sus almas de llegar al paraíso.